Poeta, dramaturgo, ensayista y diplomático. Nació el 4 de febrero de 1821 en La Paz (que aún formaba parte del virreinato del Perú) y falleció en Arequipa (Perú), el 6 de octubre de 1886. Huérfano de padre desde que nació, fue enviado a estudiar a Buenos Aires (Argentina), ciudad en la que escribió sus primeros versos. En 1839 intentó ingresar a la carrera de Derecho, pero el gobierno de Juan Manuel Rosas (1835-1852), lo obligó al exilio y emigró a Montevideo (Uruguay), donde continuó su labor literaria y publicó algunos de sus poemas en el periódico El Nacional.
Algunos años después viajó a Europa (Madrid y París), donde intentó estudiar Arquitectura, aunque abandonó dicha carrera para estudiar, en La Sorbona: Literatura, Historia y Economía Política. Allí conoció a autores como Eugenio de Ochoa, Martínez de la Rosa, Escosura y Cortés; y ayudó al naturalista y escritor francés Alcides d’Orbigny (1802-1857) en la traducción y publicación de algunas de sus obras sobre sus expediciones por Bolivia.
A su regreso a Bolivia ocupó varios cargos públicos: fue diplomático en Brasil durante el gobierno de José Ballivián (1841-1847); prefecto de los departamentos del Beni y La Paz –además ministro de instrucción y cónsul en Valparaíso (Chile) y en Salta (Argentina)–, durante el gobierno de Mariano Melgarejo (1864-1871). Durante su estadía en Salta fundó el periódico El Industrial (1857).
Es considerado uno de los más importantes poetas románticos de Bolivia, aunque también cultivó el género teatral y publicó algunas leyendas en prosa. Fue autor de la letra del himno al departamento de La Paz y el primer boliviano designado miembro correspondiente de la Real Academia Española. Ganó el concurso nacional que el gobierno de Bolivia lanzó, en 1853, con motivo de elegir versos que, como muestra de homenaje del país, fueron enviados a Caracas (Venezuela), para ser grabados en el mausoleo erigido en memoria del Libertador Simón Bolívar. Bustamante obtuvo al primer galardón con su poema «Bolivia, a la posteridad», cuyas versos dicen:


«De América el Gigante veis dormido
Dios y la Libertad guardan su lecho.
Dominador del Tiempo y del Olvido,
su gloria es grande y su sepulcro estrecho;
y si del mundo hasta el postrer latido
hay fibra ardiente en el humano pecho,
se inclinarán los hombres ante el hombre
que me dio vida y me legó su nombre».

En un extenso ensayo dedicado a su vida y obra, escribe Gabriel René Moreno: «Bustamante no sólo es poeta cuando escribe en verso sino también cuando escribe en prosa: altera los hechos o los finge en su fantasía, ora cante en la música divina de las musas, ora hable en el lenguaje ordinario de los hombres. […] Las odas: “Al general Ballivián”, “Grito de desesperación”, “Al 16 de julio de 1809”, y “Página enviada al álbum de un amigo”, son los laureles con que D. Ricardo J. Bustamante puede ocupar un asiento honroso entre los poetas distinguidos de la América española».
En opinión de Josep Barnadas, Bustamente: «fue un sentimental de profundas inclinaciones patrióticas: amó a su tierra y por esta razón sintió angustia y decepción ante el desagradable espectáculo que por entonces ofrecía el país. […] Su composición más alta es el poema “Preludio al Mamoré”, en octavas que mezclan endecasílabos con heptasílabos: su romanticismo se percibe en el entusiasmo con que contempla el paisaje, entrelazado con el dolor causado por la proscripción política». Entre sus obras contamos con: Una vida, la novela Paisajes de la montaña, y el ensayo crítico Hispanoamérica libertada. Canto épico (1883).

Bibliografía consultada:
Barnadas, Josep, «Bustamante, Ricardo José», en Diccionario Histórico de Bolivia (dos tomos) tomo I, Sucre, Tupac Katari, 2002, p. 384.
Moreno, Gabriel René, «Ricardo J. Bustamante», en Estudios de literatura boliviana, La Paz, Biblioteca del Sesquicentenario de la República, 1975, pp. 209-268.

Autor: equipo de la BPB.
Fecha de publicación: 2023.